lunes, 14 de julio de 2014

ETAPA 4: PONTE DE LIMA-RUBIÃES

DISTANCIA:19'8 kilómetros
TIEMPO: 5 horas y 48 minutos

Nos levantamos a buena hora y tuvimos suerte, porque el segundo bar según se sale del albergue nos hizo un rico desayuno con tostadas.Era la primera vez que nos hacían unas tostadas desde que salimos de Oporto.Se lo comentamos al dueño del bar y nos dijo que muchos no las hacían para no encender el tostador ya que gasta mucha luz.Increíble pero cierto...
La etapa discurrió por bonitos caminos de tierra, acompañados en muchas ocasiones por el río Labruja.Tuvimos el inconveniente de que a Ana le picó a los dos kilómetros una cosa en el dedo.No supimos lo que fué, si fué una avispa, un pincho, etc, el caso es que estuvo varios días con el dedo hinchado.Gracias que era el dedo de la mano, porque en el pie hubiese sido bastante peor.
Tras el pinchazo, nos encontramos a Petra y Jesús.Ella necesitaba aguja para las ampollas, ya que no iba nada bien.Les dimos la aguja e hilo y proseguimos camino.
Llegamos a Codeçal y paramos a tomar un zumo y llegaron Ana y Juan.A partir de ahí fuimos juntos hasta la subida del Alto da Portela Grande de Labruja.Tras Codeçal comienza el ascenso, primero por carretera y luego por caminos y pistas de tierra.Pasamos por la bonita Fonte das Três Bicas, donde nos hicimos unas fotitos.
Poco más adelante hay un desvío para los ciclistas, ya que la subida es muy dura y técnica y tendrían que echar pie a tierra.Después de cruzar un par de pistas de tierra y una carretera, y justo antes de empezar el tramo más duro de la subida, hicimos un alto para echarnos vaselina en los pies.Allí coincidimos con dos hermanos alemanes.Podrían ser dos hermanos normales, pero no lo eran.La mochila de Oliver de 25 kgs y la bicicleta de ella estilo Verano Azul los hacían diferentes.Eso sí, días después nos enteramos que él llevaba esa mochila para preparar una prueba de ultra-resistencia.
Esta es la subida más importante de todo el Camino Portugués.Si estás bien físicamente, se sube sin mayor dificultad en hora y media desde Codeçal caminando por bucólicos caminos.Pero si arrastras ampollas o cualquier otro impedimento se hace dura por el terreno.
Pasamos por la Cruz dos Franceses, faltando aún 75 metros de desnivel hasta el alto.Allí hay una placa en memoria de una peregrina fallecida en accidente de avión.Más arriba se cruzaba otra pista y se iniciaba el tramo de mayor pendiente, por zona pedregosa.Los ciclistas que no se hayan desviado antes, deben cargar aquí con la bici a cuestas.
Llegamos al Alto da Portela Grande de Labruja, a 400 metros de altitud.Desde aquí iniciamos el descenso hacia Rubiães, parando en Agualonga a tomar un refresco en una rulotte habilitada como bar.Allí coincidimos con los hermanos alemanes y con Ana y Juan y tuve el "placer" de ponerme su mochila con ayuda de Juan, que sólo no hubiese podido.
Llegamos al albergue de Rubiães, con 34 plazas, a muy buena hora, aún ni había abierto.Es pequeño pero con buenas instalaciones.Lo único malo es que queda abierto toda la noche.Esperamos a la puerta y el hospitalero nos dijo que usásemos todas las instalaciones exteriores.Aprovechamos a hacer la colada y a darnos un baño improvisado.Qué gusto de baño con agua fría!!!
Fuimos a comer con Ana y Juan a un bar-restaurante que está carretera abajo, a medio kilómetro, y que tiene cocina abierta todo el día.Dan buena comida y abundante.Nosotros no comimos todo el menú y nos dió para cenar.
Nos echamos una siesta acompañada de masaje y fuimos a comprar a un supermercado que hay más adelante del restaurante.Un supermercado de los de antiguamente, con cuentas de lápiz y papel, y donde uno se servía tranquilamente.Parecíamos los dueños del súper.
Cenamos la "pandilla de Barcelos-Barcelinhos", echándonos unas buenas risas y buenas canciones hispanobrasileiras.Hasta nos echaron la bronca por las voces... :)



#encuentrodeamigos

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